jueves, 1 de agosto de 2013

Viaje 05 - Sopa francesa


Yukino - Mm~♪. [Tarareando] Mm~♫...

Yui - [Ahogándose tras un largo recorrido precipitándose a toda velocidad hacia el borde de un pequeño lago que poco más y no ve, con las manos sobre las rodillas flexionadas] ¡Af, af, af!

Y - [Ni ha notado su presencia]

Yui - [Advirtiendo que su sensei está excesivamente enfrascada en una quizá infructífera búsqueda de flores para la guirnalda que sostiene entre sus dedos, todavía carente de cualquier otro color que no sea el vegetal, ojea su alrededor. Un prado en el que una absorta Yukino pasea cuidadosamente sobre la hierba con los pies descalzos, la vista fija en el suelo y una sonrisilla pintada en los labios. O eso se imagina, puesto que ve poco más que su espalda y figura. Los ojos escapan a su campo visual. Un prado de flores... no, de verde... No, no es hierba, porque tiene una bonita forma... ¡Un prado de tréboles! Sobre ellos, se extiende una rojiza figura (en la que prefiere no pensar) que los aplasta, cuya mano se prende de la punta del vestido de Yukino, impidiendo así que se aleje más de la cuenta, y una manta en la que se destaca un Aoi tumbado a la bartola.] ¡Tú...!

Aoi - El fabuloso Aoi está ocupado. [Escribiendo a máquina el polémico guión que pretende hacer interpretar a su ama]

Y - [Sin volverse] Esta es, con diferencia, la descripción más larga que ha llevado a cabo el narrador. [Este día pasará a la historia]

Yui - [Emoción] ¡Yuki-sen, has reparado en mi presen...!

Los he buscado toda la noche.

Y - Y gran parte de la mañana bajo este sol de justicia.

Yui - [El sudor perla su cuerpo] Yuki-sen, detecto demencia y desesperación rendida en esa sonrisa serena...

Y - ¡Porque necesito suerte!

Yui - ¡No te he preguntado nada!

Y - [Abatida, se deja caer sobre un cojín muy particular colocado sobre el lecho de tréboles con la única intención de aplastarlos bajo su peso] He cometido el error más grande de mi vida otakuheniana.

Yui - Ni que lo digas, sensei: y lo peor de todo es que hayas tardado un año en percatarte.

Y - Mucho te estás personando tú en esta sección. ¿No tienes nada por cocinar?

Yui - [De hecho, estaba trasteando con platos y cubiertos en una bonita y masculinísima cesta de picnic que se ha traído pensando en que su Yuki-sensei tendría hambre... pero lo deja para más tarde] ¡Me tratas como a un esclavo!

Y - ¿Acaso tienes algo en contra de que te trate como corresponde?

Yui - Volvamos a tu abatimiento existencial...

Y - Creía a pies juntillas que un beso me calmaría a mí y a él, que me traería una paz inaudita, una tranquilidad inconcebible únicamente propia de la utopía de mi imaginación, mi fantasía, mi desequilibrio transitorio, mis sueños. "No se me pegará como una lapa", creía. "No se interpondrá entre mis proyectos y yo", pensaba. "A lo mejor consigo que deje de desenvainar la espada", fabulaba. Incluso llegué a aspirar e ilusionarme con que lo dejaría indefenso como a un corderito, como al sombrerero loco cuando se tercian este tipo de escenas... ¡menudo error garrafal, él nunca cambia!

Ace de Corazones - [El cojín muy particular] ¡Ja, ja, ja! ¿Por dónde paseamos hoy, perrita mía?

Y - [Abrazándose a ese absurdo cojín humano] ¡Estúpidos personajes originales planos de este mi Otaku Hen!

Yui - Sinceramente, sensei, si no cambia, tampoco pierdes nada. ¿Qué te ofusca tanto como para llegar a tréboles de cuatro hojas con los que adornarte toda?

Y - ¿De veras no percibes ni un solo cambio? ¡Ace...!

Ace de ♥² y Y - [♥]

Y - ¡...no para...!

Ace y Y - [♥]

Y - ¡¡...de besarme!!

Ace y Y - [~❤]

Y - [Muerde, mastica, traga (y se atraganta con) la guirnalda]

Yui - [Las venas brotan por toda extensión de su piel. Qué grotesco]

Y - [Medio asfixiada] E... es... como si me privasen del aire con una almohada... Solo hace falta prestar atención a los efectos secundarios. Mis pulmones de expanden y encogen provocando que este pecho mío se dispare a movimiento acelerado, ¡se hincha, se contrae! Se me va la voz con esta respiración entrecortada, esta garganta atragantada de tréboles de la suerte que se oprime por cuenta propia... ¡déjame hablar, desconsiderada! Mis pupilas danzan y los iris las acompañan, mi ventrículo izquierdo bombea sangre, el derecho no sé que hace, me llevo la mano al corazón, pero solo acierto a dar con el esternón ¡porque este incordiante movimiento acelerado de mi pecho se interpone en mi camino! ¿Calmarme? Imposible.

Ace - ¡No te resistes!

Y - Bueno, una acaba acostumbrándose. =//﹏= [¡Plash!] ¿Uh? ¡Kj!

Un Yui extremadamente serio - [Una de las venas localizadas en la frente ha acabado explotando]

Y - [Levantándose de golpe, escandalizada] ¡Pensaba que era una salpicadura salvaje, pero mi mejilla se está llenando de sangre...! [Rebusca en la cesta]

Yui - [¡Qué horror de fuente!] ¿¡Cómo has permitido que esto pase delante de tus narices?!

Ace - ¡Ja, ja, ja! [Se levanta]

Aoi - El estupendo Aoi está ocupado. [Reescribiendo a mano el polémico guión que pretende hacer interpretar a su ama, porque la maquinita se le ha roto en uno de sus arranques de inspiración desprevenida]

Yui - ¡Me parece mentira que seamos familia!

Y - [Ocupada, a su vez, en asistir a esa fuente abominable con primeros auxilios basados en una tirita o dos en la frente] Déjalo, Yui: ¡está ocupadísimo! ¿No ves que sus autocalificativos, en lugar de intensificarse, decrecen en importancia y cultismos que no sabe ni usar?

Yui - [Tiritas que no evitan que riegue las plantas de la peor y más estrafalariamente roja manera posible] Es más, ¡no me lo creo! ¡No me creo ni letra y media! ¿¡Cómo va a ser posible que ayudes a Yuki-sensei a ¿re?conquistar a otro hombre?!

Ace - ¡Ja, ja, ja! [Se marcha]

Aoi - [Brilla]

Y - ¡Oh! ¿Ya está?

Aoi - Ku, ku, ku...

Y - Hacía tiempo que no te reías así.

Aoi - [Tendiéndoselo muy ufano] Solo por esta vez, el considerado, dadivoso, altruista y desprendido Aoi te concede la misericordiosa venia de leer su obra de arte, mi venturosa ama tocada por la luz sacra que solo yo puedo ofrendarte.

Y - Retiro lo dicho: los estaba acumulando todos. [¡A leer!]

Yui - ¡¡Contéstame!!

Aoi - Solo las piedras de cabezahueca que aplasto bajo la suela de mis zapatos se preocupan por pequeñeces de tamaña insignificancia. El gran Aoi, como grande y superior que es, prescinde de ellas.

Yui - [Apretándose las tiritas con el pulgar. Los ojos cerrados, el entrecejo fruncido, los dientes mordiéndose unos a otros con cada palabra] No sé qué podría esperar de...

Aoi - Al ama solo le interesan los rivales difíciles que la ignoran y la maltratan psíquica o físicamente, de modo que, cuanto antes el glorioso Aoi le eche una gloriosa mano con ese degenerado que le tiene sorbido el glorioso seso, antes se aburrirá del susodicho y se concentrará en dedicar su vida al buen Aoi.

Y - [Saltándose las páginas] ¿Mi seso es glorioso?

Yui - [Todo temblores]

Y - ¿?

Por alguna razón esto resulta de lo más incordiante.

Y - [Arranca cuatro folios del guión de sopetón]

Yui - ¡Me acabo de dar cuenta de que tengo un hermano!

Y - [Lanza el resto al agua] ¡Mira que llegas a ser problemático!

Aoi - El glorioso Aoi en su infinita misericordia te permite este desliz, insignificante Yui en comparación con mi grandeza.

Y - [Se lo piensa mejor y lo recoge, porque contaminar es malo] ¿¡Acaso no detectas nada peligroso o raro siquiera en un Aoi que discurre tanto y con tanta lógica?!

Yui - ¡Apretujémonos seis segundos completos, hermano!

Y - [¡Oh, una papelera!] ¡Madre del amor hermoso, si ni ha cometido errores discursivos!

Aoi - ¡El ama está celosa!

Yui - ¿Yuki-sen celosa?

Y - U... un poquito. =~=

Aoi y Yui - [Se agachan]

Y - [Se une]

Aoi y Yui - [Expectantes] ¿De cuál?

Y - "El ama/Yuki-sensei" está demasiado a gusto así abrazada pese al calor del verano y el sol en el que se convierten tres cuerpos humanos juntos como para dar explicaciones o sembrar cizaña entre este par de hermanos tan repentina y presupongo efímeramente bien avenidos, por favor, dejad vuestra solicitud en el buzón de sugerencias que es la papelera y se os atenderá con la mayor celeridad posible. [Abre los ojos] ¿Dónde está Ace?

Aoi - Amaaaa...

Y - ¿Otro golpe de caloooor...?

Aoi - [Inexplicablemente ufano] El ardor del fogoso Aoi unido a la necesidad del ama ha desatado la incandescente combustión espontánea de nuestros cuerpos consumiendo toda energía, mi ama...

Y y Yui - [Ofendidos] ¡Oye!

Yui - ¿Y yo qué? ¿No existía?

Y - ¿Yui? ¿Estás delirando? ¡Qué clase de réplica es esa!

Aoi - Tu insignificancia en comparación con mi inagotable notoriedad es toda la contestación que precisa alguien como tú. [Fatigado] Vamos a casaaaa...

Y - Bueeenooo...

Yui - ¿P-podemos pasarnos por el hospital antes?

Y - ¡Cuánto trabajo me dan estos niños!

Y así, una vez ingresaron al miembro más falto de sangre craneal del grupo en el hospital más cercano y más acostumbrado a los desastres físicos de Yukino y de estos personajes originales de Otaku Hen que la rodean...

Y - [Cerrando la puerta de su casa con un pie]

Nánana - [En el sofá con su arte] Bienvenida~.

Y - [Suspira, sonriente] Bien hallada.

Nánana - ¡Ah! ¡Qué sorpresa!

Y - ¿Qué? ¿Te sorprende que lleve a este don Exhibicionista tan sensible a las altas temperaturas en brazos y, más aún, vestido? [Orgullo] Somos una pareja reversible. Por mucho que me lleguen a temblar los brazos, se me destrocen los músculos y fracturen los huesos, vale la pena si de esta forma en ocasiones soy la S, otras él es el uke...

Nánana - No~, lo que me sorprende es que hayas conseguido abrir la puerta sin manos.

Y - ¿Y me dejas envolverme en destellos y explicaciones para nada? ¡Hace mucho que dejé de cerrar esa puerta! Por razones obvias.

Nánana - ¿Qué es eso de "uke"?

Y - Alguien que no se ha sumergido en los abismos de ese grato mundo sembrado de deleite no tiene por qué saberlo. Eh, eh, ¿qué es esto? ¡Que no te brillen los ojillos, una persona tan perezosa como tú es incapaz de obsesionarse lo justo y necesario para pertenecer a ese oscuro paraíso!

Médico - Qué irritante llegas a ser. [¡Oh, de buen humor!]

Y - ¡! [Aoi se le cae de las manos]

Aoi - El suelo que goza de la bendición de besar con furia desenfrenada el glorioso cuerpo del divino Aoi está fresquito... [Éxtasis veraniego]

Y - ¡Un marido salvaje ha aparecido!

M - Silencio.

Y - ¡Yukino utiliza "Conversación"!

M - [Tortazo]

Y - [Temblando en el suelo] "Conversación" ha fallado estrepitosamente...

Nánana - ¿Dónde está el caballerete que siempre te acompaña?

Y - ¡Eso quisiera yo saber! ¿Dónde está Ace? ¿Dónde? ¿¡Dónde?! ¿Uh? ¿Te refieres a Yui? ¡Esos gustos...! Lo he dejado en el hos... pi... tal.

M - [Pisotón]

Y - ¡AHH!

Nánana - ...¿ese señorito está deshecho? ¿Magullado? ¿Ensangrentado?

M - [Pisotón, pisotón, pisotón]

Y - [Esquiva, esquiva, esquiva]

Nánana - ¡Uaaah! [Sonrosada hasta las orejas, cubre sus ojos con unas manos de dedos entreabiertos] No puedo esperar para dibujarlo.

M - [Furor]

Y - ¿Estás acalorado? ¡Cuán bello te hallo cuando estás acalorado! ¡Qué bien te sienta el ejercicio, qué bien te sienta el calor, la sangre caliente, el ambiente caldeado que acaba provocando que hasta tu ropa anhele pegarse contra tu cuerpo y no soltarse! Sin embargo, no estoy en condiciones de disfrutar de ello ni con todo el esfuerzo masoquista del que mi resistencia dispone, tengo que continuar esquivándote a gatas, marcha atrás, hasta que las paredes me impidan huir.

M - Tu gusto por provocarme crece día a día.

Y - No te lo tomes a mal, cariño, pero ahora mismo no me apetece nada que me demuestres tu amor, incluso aunque estés pasando por un déficit de atención conyugal. Tendrás que esforzarte más e ignorarme menos en otro momento, no tengo tiempo para ti ni para tus pies inconcebiblemente hermosos, porque Ace ha desaparecido de mi vista, y aunque no lo hecho de menos lo más mínimo, ya que esta sección va dedicada a él... [Carita feliz] ¡No me acorrales, no me acorrales!

Nánana - Quizá sea conveniente informarte de que aquel hombre te ha dejado una cartera.

Y - ¿Ha pasado por aquí? [Abriendo los ojos de tal forma que podría quedarse sin párpados] ¿¡Y por qué no me lo has dicho cuanto antes?! ¿¡Me ha dejado una carta?!

Nánana - Una cartera~.

...¿qué es esto?

Cartera - ¿Eres Yukino Daidogi? Tengo una carta para ti.

Y - ¿Tan mal está la crisis que han contratado a menores de edad? Esto no tiene sentido. ¿Qué clase de padres tienes?

Cartera - Tengo veinticinco, jovencita.

Y - ¡Vuelve a la escuela!

Cartera - Tengo una carta para ti.

Y - Te odio. =_=

Cartera - Pero tengo una carta para ti...

Aoi - [Arrastrándose hasta el congelador, muerto de calor] No pierdas el valioso tiempo del poderoso Aoi y utiliza la obra de arte que te he escrito en una de mis infinitas muestras de prodigalidad altruista...

Y - ¡Buena idea! [Carraspea] ¡Yukino utiliza "Cuatro hojas de guión ilegible"!

Cartera - ¡Ahh! [Porrazo]

Y - ¡Es increíblemente efectivo!

Aoi - El ama no sabe honrar al eminentísimo Aoi... [Masticando hielo]

Y - Bastante tengo con arrastrar este cuerpo inerte. [Cuerda en mano] ¿Por qué ahogará Yui las plantas con sus hemorragias cuando se lo necesita únicamente porque su estado mental y su estado físico están intrínsicamente asociados? ¡Qué desconsiderado!

M - [Le abre la puerta]

Y - ¡Qué considerado~♥!

M - Estás descontrolada.

Y - Pero no me impides estarlo, por lo que veo. ¿Te parece bien lo que acabo de hacer? ¿Lo que hago? ¿Lo que haré? Puedes intentar controlarme si quieres... A no ser que prefieras descubrir ese lado sádico e indagador de mí que has eludido deliberadamente y que voy a gastar con esta chiquilla, esta pobre desgraciada que ha tenido la osadía de ejercer como intermediario entre mi persona y un mensaje que me pertenece por derecho. Ven a jugar conmigo: ¡hay tanto que sonsacar...! [Gesto perverso, mirada pérfida] Te espero en el cuarto de interrogatorios que has abierto para mí. [Entra]

M - Je. [Cierra tras de sí]

Nánana - ...de modo que el cuarto de los trastos también se usa para eso.

Cuarenta minutos en los que Yukino se condenó a no volver a recibir correspondencia más tarde...

¡A Francia!

Aoi - Ama, estás perdiendo puntos.

Y - Juré por todos mis acosados que no volvería a rozar ni con las uñas de mis dedos el volante de un tren o a pisar siquiera la cabina del maquinista. Ir en un medio de transporte público como un tren conducido por otro es el método más seguro e infalible hasta el momento en esta sección de entradas tan accidentada, y Francia está aquí mismo. Una siesta más y habremos llegado.

Aoi - Mala decisión: ¡deséchala!

Y - Admito que lo echo de menos, que fue divertidísimo, que repetiría sin dudarlo ni un segundo, pero alguien que con suerte todavía se estará desangrando en una blanca cama me convenció de que, entre vivir o morir estrepitosamente con la poca gracia de pasar a mejor vida sin tortura alguna por parte de alguno de mis príncipes 2D hartos de mi existencia en este mundo, prefiero vivir.

M - No lo parece.

Y - ¡Mira por dónde, este marido mío que ha permanecido calladito todo lo llevamos de trayendo finalmente dice "Esta boca es mía"!

M - Insolente.

Y - [Restregando la mejilla contra su brazo, donde se apoya] Te aseguro que pretendo preservar mi vida.

M - En cuanto te quito los ojos de encima te expones a lo contrario.

Y - Y en cuanto los pones, los cierras, los dejas escudriñar el universo... Si apartaras diez minutos tus periódicos y leyeras este mi Otaku Hen, ya estarías informado, médico de mis entretelas.

M - Innecesario.

Y - Puede que te observe y me apegue a ti tantas horas al día que a los lectores no les salgan las cuentas, ¡pero sabes muy poco sobre tu esposa!

M - Excesivo.

Y - Tenemos una conversación tan extensa, tan amplia, tan variada, tú y yo...

Cartera - No tengo ninguna carta para ti.

Y - Ya lo sé: te las he quitado todas.

Cartera - Quiero volver a casa...

Y - No es nada personal, sencillamente te odio muchísimo. Tampoco creas que me hace ilusión llevar de equipaje de mano una enorme maleta que, gracias a las nubes del cielo, está dotada de ruedas, por donde asoma la cabeza de una nefasta cartera a la que me he visto obligada retener. ¡Con lo cómoda que estaría yo si simplemente estuviera con mi marido y Aoi sentados junto a mí a mi diestra y siniestra! La única utilidad de que dispones en estos momentos es la de sujetar mis pies... ¡y tampoco me acaba de agradar, es de mal gusto! Pero ¿qué remedio me queda? Ni tan solo pareces asustada, es de lo más frustrante. [Lo que sea con tal de mortificarla un poco más] Me pregunto qué clase de extra serás.

Cartera - El libre albedrío está al alcance de todos.

Y - ¿Sabes por qué han fallado todos y cada uno de mis intentos por...? [Otea de reojo a su marido y evalúa su presencia mental en las palabras que articula] ¿...vencer a mi enemigo?

M - Tus planes siempre fallan.

Y - ¡Exacto! ¡Porque faltan rivales! ¡Todo príncipe precisa de un rival con el que medirse cuando la princesa desaparece, ya sea por rapto, conjuro o porque es una caprichosa, como en nuestro caso! ¿Pero cómo se le ocurre abandonarme de buenas a primeras con poco menos que una incompleta mujer a medias...?

Cartera - [Mohín]

Y - ¿...y un cuaderno con una mala nota precedida por tres hojas de "¡Ja, ja, jas!" garabateados al son de las risotadas reales, a juzgar por la catástrofe que ha sembrado con la tinta sobre el papel? ¡A cada cuál más estrafalaria, por cierto! La primera hoja está pensada para ser completamente ilegible, llena de manchurrones negros y borrones, como si no supiese cómo se escriben esos tres elementos que conforman la onomatopeya que siempre tiene en la boca. La segunda está demasiado limpia de restos sobrantes de tinta negra como para pertenecer a un hombre que no se desembaraza de los guantes ni para hurgar entre mis entrañas, si bien rebosa letras por los cuatro costados. Ni una sola esquina ha escapado a su pluma. La tercera, pese a estar tan saturada como las anteriores, está tan bien hecha que me da escalofríos. ¡Sin duda es la más grotesca del trío!

Aoi - Dibuja con precisión el virtuoso rostro del gran Aoi y verás como afloran tanto la serenidad como tus verdaderos sentimientos de veneración hacia...

¡Y mucho menos recomponerlo con celo!

Y - [Incluso así, se ha traído celo en previsión de todo esto] ¿Y qué me dices de la única línea que ocupa la cuarta hoja, la única con contenido? A diferencia de las que la preceden, escrita despacio y con buena letra, a mitad de folio reza: ¡Pista! ¡De oca a oca y tiro porque me toca!. ¿¡Qué se supone que significa eso?! ¿Y las de antes qué eran, entretenimiento? ¿No eran una pista? ¿¡Y por qué me envía un cuaderno pudiendo arrancar cuatro folios?! ¿¡Para qué quiero yo tanta hoja en blanco?! ¿¡Qué intenciones alberga esa mente depravada, qué maquina ese cerebro inexpugnable?! [Ejemjem, concentración] ¡Sí, sí! Y ¡hete aquí, oh, vil villana, mi perfecta candidata servida en bandeja por el mismo que me hace arder de...! De contrariedades, estimulantes rivalidades deportivas e intelectuales, pérdida de sangre masiva por una espada que mi estómago no echa en falta y... y... ¡te quiero, cariño!

M - [Tortazo]

Y - [Revota contra la maleta] Por otra parte, no sé si aceptar que me acompañaras ha sido buena idea o no. ¿Puedes tomar el papel de rival, cariño?

Aoi - Últimamente secuestras a mucha gente, ama. En mi ilimitada sapiencia, discurro que ansías ir un paso más allá del sendero caminado por el inimitable Aoi, pero con total sinceridad puedo declararte que te estás equivocando de objetivos.

Y - ¿Lo ves, cariño? ¡Hasta Aoi ha hecho los deberes!

Aoi - Para llamar la atención del atento Aoi ¡tienes que raptar sus pantalones!

Y - ¡...más o menos!

M - Recuérdame por qué a Francia.

Y - ¿Adónde si no? Ya hemos estado en Italia, Portugal y Andorra carecen de encarnación humana y de interés. Por muy rápido que sea, no ha podido huir a otro lugar más lejano. No tiene dinero. Creo. Creo... Creo que tendríamos que buscarnos un oficio más lucrativo.

Cartera y M - Opino lo mismo.

Y - [¡Patada! a la maleta]

Cartera - Aaaaah...

Y - ¡No te atrevas a hacer unísonos con lo que es mío! [Ira] ¿¡Y qué es esa forma desganada de gritar?! ¡Qué volumen tan irrisorio! Me incitas, si es que me incitas.

Cartera - Jamás volveré a tener una carta para ti...

Megafonía - Vous avez atteint votre destination. S'il vous plaît descendre du train. ["Ha llegado usted a su destino. Por favor, baje del tren."]

Y - ¡Hemos llegado!

Cartera - ¿Cómo sabes que va dirigido a ti?

Y - He estudiado un poco de francés. No es tan difícil si hablas y conoces el catalán de primera mano desde tu más tierna infancia.

Cartera - [Ah. Oh. Su carita se ilumina y tiñe de repentina comprensión] Te conocen. Tienen tu expediente en su poder. Has atentado contra el ferrocarril desde que naciste.

Y - Calor que sí, fue salir del vientre mi madre y decirme: "Seguro que puedo ejercer un uso responsable de la violencia en pos de un bien mayor atentando contra el primer tren en marcha que me encuentre". Espera un minuto, ¡no es asunto tuyo! [¿¡No era ironía?!]

Megafonía - Je le répète: descendre du train, mademoiselle. ["Repito: baje del tren, señorita."]

Y - ¡Qué poca paciencia!

France, la ville de l'amour!
Más o menos.

Y - Tienes razón, cariño, ya que estamos aquí deberíamos disfrutar de una agradable velada romántica con mosto, escenas de amor extremo y poca sangre salpicando. Poca. pooo~ca.

M - No he abierto la boca.

Y - Sobran las palabras. La iluminación con la que los neones nos ofrecen una digna bienvenida matiza tu tez de coloridos nunca vistos, ¡oh, amado mío! ¿No es esta la apodada "ciudad del amor"?

M - No estamos en París.

Y - ¡Pero podemos fingirlo! ¿No codicias, como yo, hacer honor a su nombre, encenderte, abrasarte y calcinarte entero junto a mí bajo estos focos cuya contaminación lumínica empañan la visión de las estrellas, incendiar la ciudad con el fuego de...?

M - No.

Y - ¡Que no te domine la timidez! No, no, no, la única que tiene derecho a sentirse dominada esta noche soy yo misma, ca-ri-ño~☆. Si no fuera por el peso que carga mis hombros, ¿me besarías en un inusitado arrebato que ¡sin duda! tratas en vano de mitigar en este mismo instante, bajo esta nueva luz?

M - No.

Y - Mm. ¡Jum! En tal caso, basta con que sea yo quien tome la iniciativa. ♪

Aoi - [Radiante] El manto de la noche ha renovado la inagotable energía del gran Aoi, ama. De esta ciudad disfrutaremos ¡tú y yo!

Y - ¡Tiene gracia que lo digas mientras tus brazos llevan diez minutos enroscándose alrededor de mi cuello! ¿Significa eso que ya has adquirido la temperatura idónea para bajarte de mi espalda? ¡Perfecto! ¡No es fácil llevar la voz cantante en una abrasadora relación marital contigo encima!

Aoi - El comprensivísimo Aoi te concede que lo sigas llevando a cuestas, ama.

Y - ¡Por el bien de la lujuria la pasión que recorre mis venas el humor con el que me ha contaminado el nocturno ambiente parisino ¡la representación! te pido que te bajes!

M - [Lo agarra por la nuca y lo arroja contra el adoquinado terreno a sus pies]

Y - Gracias, cariño. [Rubor] Ahora, retomemos el humor con el que me ha contaminado el nocturno ambiente parisino. ♥

M - Eso ya lo has tachado.

Y - ¡No significa que lo descarte por ello!

Aoi - [Desabotonándose la camisa]

Y - [Horror] Pero si ya no tienes calor.

Aoi - El jovial gran Aoi te hará un gran favor a ti y a tu pasión, mi ama.

Y - Vale: vuelve a mi espalda. ¿Eh? ¡No! ¡Oye! ¡¡Vuelve aquí!!

Aoi - [Que ha echado a correr pies para que os quiero] ¿Y las pirámides?

Y - [Persecución en curso] ¡No creas que vas a sortearme con tu deficiente educación geográfica! ¡Suelta ese cinturón, que no lo vea yo en entre tus...! ¡¡ASÍ NO!!

Cartera de la maleta - [Destello ocular] ¿Y la Torre Eiffel?

Y - ¿Cómo nos has alcanzado? ¿¡Qué haces atada a la parte trasera de una bici?! ¿¡De dónde ha salido?! ¡Cariño...!

M - [Pedaleando]

Y - [Y ella corriendo como una tonta] Debo admitir que sabes reaccionar rápido cuando quieres, neurona que desquicia mi cabeza. Esa expresión de tediosa resignación es realmente bella... [¡PAF!]

M - [Observando de reojo cómo rueda por el suelo tres veces para levantarse inmediatamente después esprintando como la loca que es. Observándolo con una sonrisa pintada en los... ¿¡Se está riendo?!]

Y - ¿¡Quién ha puesto esa puñetera farola en medio?! ¡Aj, me voy a quedar ciega! [Tapándose la sanguinolenta frente con la mano, como si sirviese de algo] ¿Dónde está Aoi? ¿Me lleva mucha ventaja? ¿Me echas una mano, cariño mío?

M - No.

Y - Todavía me sorprende que lograra casarte conmigo.

M - Siento lo mismo.

Y - Por alguna extraña razón me siento en éxtasis al notar cómo esa respuesta retumba en mis tímpanos... =¬=···

Cartera - Esto no parece Francia.

Y - ¡Af! ¡Si esperabas ver algún monumento famoso como la Torre Eiffel de París en unas cuantas horas de viaje en tren, ¡af, af!, lo lamento en el alma, pero eso da ¡af! para atravesar la frontera que nos separa y poco más! Fuf, fuf... ¿Y qué esperabas? ¿Qué todo sería diferente en cuanto pusiéramos un pie fuera de España? ¡No es que haya grandes diferencias, para que lo sepas! Y... y... fff... ¿¡Y qué demonios pretendes, hacer un alarde de conocimientos básicos y estereotipados? ¡Tonta! ¡Más que tonta! ¡Aoi es infinitamente más perspicaz que tú, pobre ingenua! [Si es que no la soporta] ¡Af, af, af, AF! ¡Y tú! ¡PARA DE UNA VEZ!

Aoi - ¡La energía del vigoroso Aoi no se agota tan fácilmente!

Y - ¡GrrrrrrRRAAAAAAAA! [¡Placaje!]

¡PAF!
¡POM!
¡PUM!
¡PATAPAM!

Aoi y Y - [Medio muertos y resollando]

M - [Toca el timbre, se desliza suavemente por la acera... y aparca]

Y - Ca... cariño... [Extiende la mano al rojo vacío que es capaz de distinguir sus ojos]

M - [Desata la maleta con cartera, la deja en el suelo, coge a Yukino por la muñeca, la levanta y le pone bien la ropa]

Y - [El ojo menos embadurnado de sangre echa chispas. Chispas positivas. Chispas chispeantes]

M - Te sangra la nariz. [Frotándosela con un paño húmedo]

Y - Pero no estoy segura de cuál es exactamente la causa principal. ₪¬₪

Cartera - Lástima que no haya habido lesiones graves...

Y - Se acabó: voy a cerrar esa cremallera.

¿? - Très bien!

Y - ¿Lo ves? ¡Hasta este desconocido que por algún curioso motivo acaba de atraparme la mano clama por que la cierre!

Cartera - ¡Nooo! [Cerrada]

¿? - Te he estado esperando, mademoiselle, ¡tanto, que llegué a pensar que no llegarías nunca!

Y - ¡! ¡No puede ser! ¿Francis?

Francia - [A sus pies] Bienvenue, mon chaton~♥. [Guiño]

Y - No soy un gato, ¡soy un perro!

M - [La agarra del flequillo]

Y - ¡Ay! ¡Vale, soy humana...!

M - [Y le frota la frente con mucha fuerza]

Francia - ¡Eh, "caballero"! [Sumamente escandalizado] ¡Esa no es forma de tratar a una dama!

Y - ¡No, no, no, tranquilo! Esta no es más que otra de las muchas originales formas variadas que tiene un hombre de demostrarle amor a una mujer.

Francia - Mm~. En ese caso estaré encantado tanto de supervisar como de atestiguar esta nueva original muestra de afecto...

M - Ignoras los modales más básicos.

Y - Je, je~☆. ¿Estás comenzando a corroerte de celos...? No, espera un segundo, no es momento para pintar de rojo las aceras. Francis, ¿cómo no es que no estás huyendo de mí o... o...? Que sepas que vengo provista de cruces, ajos y agua bendita de todo tipo.

Francia - Oh, ma chère! [Pose dramática] ¡Qué clase de anfitrión sería yo si no esperase a mis invitadas todo el tiempo que estimasen necesario para estimularme!

Aoi y Y - ¿¡Qué?!

Francia - Y para regalarlas con mi especialidad...

Francia me preocupa y me fascina. *^*

Aoi - ¿Y a eso lo llama "depravación" un insignificante país como tú en comparación con mi grandeza planetaria? ¡JA!

Francis - ¿Me estás desafiando, mocoso...?

Y - ¿No te había dejado yo a ti resollando sobre adoquines como tú?

Aoi - ¡No te metas en un duelo entre hombres, ama!

Y - Un regalo... [Emocionada hasta la médula ósea, examina cuanto sostiene entre sus manos con viveza] ¿Es de caramelo o es de verdad? ¿Se habría estropeado si llego a tardar un poco más en llegar? ¿Estará envenenado...? =///=

M - Que consigas sobrevivir es incomprensible.

Y - La respuesta que buscas es "evadiéndome". =^=*

M - Hay ropa en el suelo.

Amortiguada voz de la olvidada cartera - ¡Abre la cremallera, ábrela...!

Y - Santo cielo, dime que no es cierto y que en realidad se están desabrochando muchas cosas para volvérselas a abrochar mejor...

Francia - Es lamentable, ma chère, pero si bien este hermano mayor quería brindarte una cálida bienvenida en la Oie Rue, un hombre debe hacer lo que debe hacer.

Aoi - ¡Y no hay nadie más masculino que el viril Aoi!

¡Me contentaría con que no fuera siempre en medio de la calle!

M y Y - [Boquiabiertos ante la lluvia de botones y prendas de ropa]

Transeúnte 1 - [Pasando de largo como si nada]

Transeúnte 2 - [Nada, no pasa nada]

Peatona con un carrito de bebé - [Saludando a Francia con la mano y una sonrisa de oreja a oreja en los labios]

Y - Estáis dando muy mala imagen, ¿sabéis? Si esto no tuviera tanto que ver con Hetalia, el país vecino acabaría demandándome de todas todas, ¿verdad que sí?

Aoi - [Pose orgullosa] ¡Ku, ku, ku...!

Francia - [Pose victoriosa] ¡Jo, jo, jo...!

Y - [Qué esplendor tan insoportable] Cariño, vayámonos.

M - Sí.

Tras el tramo de paseo justo para poner tierra de por medio entre la exhibición de  exhibicionismo y ellos, encabezado por una estupefacta Yukino que transportaba su delicado equipaje a patadas...

Y - [Bombilla encendida] Ha dicho Oie Rue, ¿me equivoco?

M - No.

Y - Eso significa... [Consulta rápida del diccionario mental] "Calle de la oca". ¡Vamos a allanar moradas francesas!

M - Sinvergüenza.

Y - Sé muy bien que te apesadumbra posponer el pleno goce de hacer honor al nombre de la ciudad que tenemos a un par de cientos de kilómetros, pero solo será cuestión de media hora a lo sumo, lo que tarde en resolver el enigma, terminar el capítulo de hoy con un mudo continuará rebosante de incertidumbre y hacerme toda tuya. ♥

M - [Lanzamiento de paño húmedo]

Y - [Con la cara empapada y multicolor] ¿No te das cuenta? ¡En realidad sí que me ha dejado una verdadera pista! "De oca a oca y tiro porque me toca". Esta vez no he sido yo quien ha tramado un plan basado en un cuento, ¡si no él!

M - Cuentos.

Y - Por eso te tienes que leer mis entradas, cariño, para ahorrarme explicaciones.

M - Y lo descubres ahora.

Y - Quizá el hecho de que sea yo la que está escribiendo todo esto haya influido en mi línea de investigación, ¿es lo que quieres oír? De momento centrémonos en encontrar las viviendas 1, 2 y 3 y allanarlas.

M - Eso es ilegal.

Y - ¡Lo veo claro como el día ahora que finalmente he visualizado la temática de esta pista!

M - Es ilegal.

Y - Las ocas son esta calle, y el número del resto de hojas, el número de casas. Puesto que las dos primeras hojas da pena verlas y la tercera roza la perfección relativa, el hogar correcto ha de ser por fuerza el número tres. ¡No era tan difícil! Sin embargo, tamaña muestra ingenio rebasa con mucho el que le suponía a esta princesa fugitiva mía. ¿Qué será lo que allí nos espera?

M - Ilegal.

Y - He secuestrado a más de una decena de personas en lo que llevamos de historia otakuheniana y a ti te tengo sin derechos de privacidad que valgan, ¿¡crees que me importa la línea que separa lo legal de lo ilegal?!

M - Te encarcelarán.

Y - [Alza la mitad de los brazos y ladea la cabeza a ojos cerrados] Me encantaría vivir una emocionante escena carcelaria contigo, cariño mío, pero eso no sucederá en el extranjero. No con las rejas que compran. El contenido de esta maleta hará de chivo expiatorio en el peor de los casos.

Contenido de la maleta - ¿Qué...?

M - De acuerdo.

Alarmado contenido de la maleta - ¿¡Qué...?!

Y - [Centelleante] ¿De veras?

M - Por una vez has previsto las alternativas.

Y - Entonces voy a sacar todos mis artilugios de emergencia de la maleta. [Artilugios maltratados, sin duda] No te fijes ni en la cartera con serios problemas de crecimiento que intenta escapar infructuosamente del equipaje de mano ni en la inusitada cantidad de cruces, collares de dientes de ajo, agua bendita y sombreros cuya cinta no es si no otro collar de dientes de ajo que he traído conmigo, ni te sulfures porque te ponga una cruz empapada de la susodicha agua bendita alrededor del cuello y de paso te rocíe el cuello con la misma, porque son precauciones, medidas que tomo por nuestra seguridad.

M - [Apartándole esa mano que se extiende sigilosa ante él] No te entiendo.

Y - ¿¡Quieres que nos vuelva a atacar un monstruo que básicamente se dedica a perder el tiempo como lo haría un mosquito gigante?! Tú no estabas presente, ¿¡pero quieres que ahora, tras un viaje tan largo, acabemos siendo pasto del parásito internacional?! ¿¡Eso es lo que quieres?!

M - [Tonfazo]

Y - [Al suelo] Eso, tú atráelo con más charcos de sangre, es asombrosamente inteligente por tu par...

M - [Pisotón, pisotón, pisotón, baile del pisotón]

30 minutos de allanamientos después...

Y con un aspecto de todo menos sano - [Bajando por las escaleras] ¡En el piso de arriba hay tres camas que podemos usar!

M - Se te ha fundido la bombilla.

Y - ¡Pero si hay para todos los gustos! ¡La primera es dura como una piedra, la segunda blanda como la mantequilla deshecha y la tercera ni blanda ni dura! Me trae recuerdos, o me los traería de no estar tan emocionada por el uso que se le podría dar a cada una de ellas ahora que veo que has encendido la hoguera de la chimenea para crear ambiente.

M - Descarada.

Y - ¿Me estás sonriendo, don parco en palabras? ¡No lo hagas, que me distraes y mi concentración merodeadora no examinará a conciencia lo que debe examinar...! ¡Oh, sopa! Déjame adivinar: una está ardiendo, otra fría y otra a la temperatura ideal. ¿Quieres que te alimente, cariño? Por supuesto que quieres. ¡Dedícame un "aaaah~♥" de amor-amor!

M - Esmérate en observar lo que te rodea.

Y - Ñam. [Bombilla definitivamente apagada] No juzgues una casa por sus cuadros. Júzgala por sus muebles y su comida.

(Sin) Ricitos de Oro no presta atención a su alrededor.

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