Fandom vs Realidad

Este mes abundan las tiras cómicas. ¡Qué rabia! Pero por otra parte, estoy tan cansada... ¿qué os parece si convertimos esta semana en un especial de tiras recién traducidas por mi persona consecutivas? ¿Qué, qué? ¿Os entusiasma la iniciativa? ¡Viva! ¡Hurra! ¡Olé!

Entusiasmo irreprimible a parte, ¡hoy vengo con una tira (sorpresa, recién traducida) que no tiene nada que ver con ninguna serie en absoluto! Ahora sí que se os habrá parado el corazón. XD

¡Sin dilación alguna: Fandom vs Realidad!

¡Malvadas...! XD

Sinceramente, pese a que soy una de las muchas fanáticas, y digo fanáticas, de Kira-sama, si yo tuviera que elegir entre Light y L aplicados a la vida real, no escogería a ninguno de los dos. Teorías yaoi a parte, su personalidad no está hecha para un romance sano y normal que dé lugar al matrimonio y la familia: el primero nos utilizaría porque, vaya por Dios, el fin justifica los medios, y el segundo... no solo consagraría todo afecto que pueda existir en esa mente retorcida al dulce y al trabajo, sino que como nos descuidáramos y tuviéramos remotamente algo que ver con algún crimen (como por ejemplo el famoso caso de quién se zampó el yogur de fresa de L), podríamos acabar pero que Misa en esa tortura literal de interrogatorio. Quizá sea una suerte que ni uno ni mucho menos el otro sean capaces de amar a nadie en el sentido romántico de la palabra.

Bien, antes de que me despellejéis salvajemente, fangirls, os advierto que sufrir más daños de los que ya me inflijo yo misma equivale a despedirse de entradas y traducciones de todo tipo. ¿¡Ah?! ¿¡Os da igual?! ¡Socorro...!